lunes, 1 de julio de 2024

Esenciales: vacaciones

Por fin vacaciones, a ver qué me llevo. Menudo dilema, la verdad, muy propio de este estado —que no Estado— de bienestar en el que estamos cómodamente asentados, somos afortunados cuando hemos de enfrentarnos a este tipo de dilemas. Ridículo ya es, cierto, al menos un poco. Es ridículo el dilema, nimio, insignificante, y que "mueve o puede mover a risa". Pues riamos mientras afrontamos este trascendental dilema de las vacaciones.

Soy fan de Pantomima Full —sí, lo reconozco, como otras lo son de Taylor Swift, y otros—, y cuando pienso qué llevarme en vacaciones lo hago en clave de la serie "Esenciales" de Pantomima, (un ejemplo: "Esenciales: cantautor"), aunque me gusten más los vídeos cortos de un minuto... así que esto es también un modesto homenaje a Pantomima. Estos son mis cinco esenciales, tú tendrás los tuyos. Se trata sin más de activar bien el modo vacaciones y mantenerlo vivo todo el tiempo posible. También pretendo aplicarme en vacaciones las "siete reglas para usar mejor el móvil", por eso de ser coherente, una pedrada como otra cualquiera. Mis esenciales no son sin más deseos, son también experiencia. Y es que yo ya me he ido.

UNO: un libro. Hay muchas actividades buenas para las vacaciones y leer es una de las mejores. Ojo: para leer, hay que proponérselo. Si no, es fácil retozar en momentos muertos viendo vídeos de Youtube, tanto interesantes como estúpidos. La lectura es una de las mejores actividades para todo el año, y las vacaciones son un buen momento para retomarla, o para atreverse con algo que requiera un poco más de continuidad. Puedes llevar varios libros, pero al menos uno. Yo me lo llevo en papel, me gusta más. También puede ser en Kindle. Pero no "vale" en el móvil, aviso, eso no, o por lo menos es lo que pienso, y en mi blog pongo lo que yo pienso. Yo me llevo las 800 páginas de la Septología de Fosse, con lo que creo que daré por leído al noruego, al menos por un tiempo. Sé que lo voy a disfrutar.

DOS: cámara de fotos. Voy a desempolvar la réflex, me está costando después de la pandemia. Se trata de un instrumento que se usaba el siglo pasado, limitado en funciones, es únicamente cámara de fotos, solo hace fotos. Así estábamos. Esto significa que estas vacaciones no voy a hacer fotos con el móvil, y no subiré las fotos directamente a redes sociales, ni las mandaré inmediatamente por Whatsapp. Eso voy a hacer. A ver, quizá lo que pasa es que no tengo un iPhone 200 ni un Galaxy 2000+, y sin más busco excusas para justificar que voy portar este trasto, puede ser. O no. La cámara de fotos es también una afición a la que no dedico tiempo y me gustaría, tú tendrás las tuyas, algo a lo que dedicar un poco de tiempo que no puedes durante el año, pero que el próximo curso sí seguirás practicando, por qué no. Con la cámara de fotos, por ejemplo, a diferencia de con un iPhone 3000, te puede pasar que después de haber visitado una ciudad bonita —tipo Amberes, por decir una ciudad bonita al azar—, te das cuenta de que debías haber aumentado algo el ISO y las fotos están algo oscuras, y te da rabia. Y luego te das cuenta de que tampoco ibas a presentarlas a un concurso ni te ganas la vida con ello, y aprendes algo para la próxima vez que vayas a una ciudad bonita —tipo Ámsterdam, por decir otra ciudad bonita al azar—. Y siempre puedes dártelas de snob —veo que ahora podemos escribir esnob— y decir que ese día decidiste hacer fotos con una baja exposición, con menos luz, porque era el tono en que veías las cosas ese día. (Por cierto, aquí una selección de las fotos).

TRES: móvil básico, otro de mis esenciales para vacaciones. Este Nokia naranja es mío, sí, lo uso con frecuencia y funciona. Es de lo mejor que hay, y van a volver. O ya están volviendo, mejor dicho. No sustituye al smartphone pero se puede combinar y facilita mucho "estar en presente" todo el tiempo del día que quieras, sin otras distracciones a la vez que disponible. Sin más.

CUATRO: reloj. El reloj en sí es lo de menos, lo importante es la correa, me recuerda que estoy de vacaciones, me recuerda que hay que respirar de otro modo. No vale enfadarse, no vale quejarse, no vale agobiarse.

CINCO: bolas de anís. Yo no puedo viajar sin bolas de anís, lo siento. Tú tendrás lo tuyo.

Pues esto era todo, ya he compartido mis cinco esenciales para vacaciones. Además de los esenciales puede ser bueno pensar lo que no quieres llevar. Hay mucho escrito, por ejemplo, sobre muchas cosas que se te ocurrirá que debes comprar... por si acaso: casi nada es necesario. Yo, en este apartado de lo que no voy a llevar, quiero añadir este año los auriculares, sí señor, no voy a llevarme auriculares. Todo va en la misma línea friki. A ver, claro que son muy útiles los auriculares, pero ¿imprescindibles? Para alguna videoconferencia de trabajo, quizá, pero ¿esenciales para vacaciones? Pues no. En realidad, sucede que recientemente, un paciente con una fuerte tendencia compulsiva y a quien le cuesta no usar desordenadamente el móvil, me ha contado que ha decidido que va a pasar sus vacaciones sin smartphone, ni tablet, ni ordenador, que le compensa aunque le incomode en alguna comodidad, que otras veces ya lo ha hecho. Y yo... ¿no seré capaz de pasar las vacaciones sin auriculares? Supongo que sí. Ya compartiré cómo me va cuando me vaya. Pero es que ya me he ido.

Ánimo con el dilema. Y no olvides que los verdaderos dilemas son otros. Los otros. 



Enrique Aubá, 1 de julio de 2024
Actualizado 13 de julio de 2024

No hay comentarios:

Publicar un comentario

La Iglesia del Concilio Vaticano II, hoy

Comenzamos un curso de vida cristiana (2024-25) que vamos a llamar “La Iglesia del Concilio Vaticano II, hoy”. Son muchas las perspectivas ...