viernes, 3 de septiembre de 2021

Decálogo del síndrome postvacacional








Lo que a veces llamamos síndrome postvacacional tiene que ver con el cambio de ritmo, del descanso al trabajo, del disfrute a la rutina, la vuelta de la evasión a la responsabilidad. Sentimos cómo se vuelve a tensar el cuerpo para recuperar el tono. Es un síndrome de reaceleración, sería mejor llamarle así para no responsabilizar a las vacaciones ni al trabajo, qué culpa tendrán. Es también consecuencia de que tendemos a la posición horizontal, y recordatorio de que la postura erguida requiere más energía. Duele algo, dura poco, es normal. Claro que podría tratarse de algo de mayor entidad, pero si lo que sientes ha empezado coincidiendo con que terminan las vacaciones y comienza el trabajo, lo lógico es esperar, que se pasa. Viene bien también conocer el ciclo de aceleración de las empresas a lo largo del año ya que se superpone con la reaceleración de las personas. En mi empresa, por ejemplo, la aceleración de comienzo de curso dura hasta el Pilar, en torno al 12 de octubre. A partir de entonces, se alcanza la que podríamos llamar velocidad de crucero: el ritmo sigue siendo alto pero, por lo general, no se acelera más. Esto es bueno saberlo, para no asustarse. Dicho esto:

1. Si tienes síndrome postvacacional, eso significa que tienes trabajo: fomenta la gratitud. Además, es que has tenido vacaciones.
2. No digas en voz alta que tienes síndrome postvacacional: si lo repites se hace más grande.
3. No comas muy rápido o te atragantarás. No intentes hacer esta semana todo lo que crees que deberías hacer, deja cosas para la semana que viene.
4. Si notas el síndrome postvacacional, es que tienes cuerpo. Preocúpate el día en que no notes ninguna molestia.
5. Procura no leer los artículos que a lo largo de septiembre se van a publicar sobre el síndrome postvacacional, hay otros más interesantes: cómo ha sido el verano de las celebrities y famosos, series que se estrenan la nueva temporada, si el Madrid ficha o no a Mbappé, ...
6. Piensa en alguna afición que te gustaría tener o iniciar: no es imprescindible que la inicies pero piensa en ella. Piensa también en un plan "distinto" que te gustaría hacer este cuatrimestre: no es imprescindible que lo hagas, pero piensa en él.
7. Intenta no dedicar una sobremesa ni una tarde de terraza al síndrome postvacacional: es de mal gusto. Tampoco cuando estés en el golf.
8. Si otro insiste en sacar el tema del síndrome postvacacional a pesar de que tú te estás resistiendo, siempre puedes recordarle que estamos en una pandemia y hay personas que siguen muriendo. No es broma.
9. No consultes a un psiquiatra o psicólogo por el síndrome postvacacional: lo más probable es que él (o ella) también lo tenga.
10. No se me ocurren más recomendaciones, pero había que completar la decena.



Enrique Aubá, 3 de septiembre de 2021

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