jueves, 23 de octubre de 2025

Fertilidad asistida: ciencia e información

He leído "El último in vitro" (Francisco Güell, 2025). Interesante y luminosa lectura sobre la realidad de la reproducción médicamente asistida, muy informativa a la vez que, por momentos, tremenda y dura. El autor es investigador, serio divulgador y cordial activista. Abierto y dialogante, doy fe: es amigo mío.

Justificación y posición del autor, tiene conocimiento de causa: "He dirigido a un consorcio científico de diez instituciones con financiación de la Comisión Europea (1,2 millones de euros) para analizar toda la información proporcionada por las clínicas de «reproducción médicamente asistida» en España y en otros siete países europeos. El proyecto se llama «B2-InF: estar mejor informado sobre fertilidad» (del inglés Be Better Informed about Fertility, enlace web: https://b2-inf.eu/). Sabe de lo que habla.

Partiendo de que la reproducción asistida es una realidad médica y social, ampliamente extendida y demandada, este es un posible resumen del libro: las técnicas de fertilidad artificial tienen una eficacia —tasa de éxito— determinada, no absoluta, y tienen también sus efectos secundarios, claro está, como todo procedimiento médico. Sin embargo, curiosamente, no se habla de lo uno ni de lo otro.

Hago un resumen, entre esquemático e impresionista, del contenido del libro, para hacernos una idea. Fisiología de la reproducción, regulación epigenética, capacitación y maduración de los gametos. Variantes de reproducción médicamente asistida. Riesgo relativo de problemas, aumento del riesgo, progresión del daño. Defectos congénitos, prematuridad y patologías relacionadas, aumento de incidencia posterior de algunas enfermedades. La industria y el negocio, intereses, conflictos de intereses. Disonancia cognitiva, patrón sistemático de negación, silencio. Falacias epidemiológicas, publicidad engañosa, falta de información. Recomendaciones para políticos y gobiernos, para profesionales del sector y para la población general.

Tiene mucha ciencia, mucho dato, lo que hace que la lectura pueda ser algo ardua, pero es muy ordenado, está bien escrito y se sigue con interés. Tiene tres partes: primera de resumen de evidencias, una segunda de explicación de los mecanismos de silencio, y una tercera con recomendaciones, sugerencias y propuestas constructivas.

Es importante darse cuenta de que el libro no va de buenos y malos, sino de ciencia y de ignorancia. Algunos se enriquecen con el negocio, otros tienen en sus manos poder de orientar las políticas sanitarias, pero la mayoría somos sencillamente ciudadanos y ciudadanas: personas de a pie «con cara de gente», con nuestras necesidades y anhelos, que procuramos salir adelante en una vida que con frecuencia es compleja y rica en matices. Y estamos en nuestro derecho de exigir que se nos trate como a adultos. Toda la sociedad debería disponer del conocimiento que hay —que es mucho— para seguir tomando las decisiones que queremos tomar con más libertad, mejor informados.


Enrique Aubá, 23 de octubre de 2025

lunes, 20 de octubre de 2025

La "paz" de Trump

No sé por qué, pero me da que esta paz no va a durar mucho. Ojalá me equivoque, porque todos la deseamos, el mundo la anhela y miles de personas y familias la necesitan. Pero es que… no. Así no, señor Trump. Me da que esto de la paz no funciona así.

Todos estamos un poco en shock, gratamente en shock, porque parece que, de la noche a la mañana, hay un atisbo de paz. Pero algo chirría. Quizá sea verdad eso de que Trump funciona como un empresario: compra lo que haga falta, ve transacciones por todas partes, y de repente a todos los implicados en el conflicto les conviene parar, sobre todo si te dan algo por parar, y más aún cuando estás en un callejón sin salida —como lo están tanto Netanyahu como Hamás—. Pero es como detener la pelea de dos niños en un patio del colegio comprándoles a los dos: mientras dure el regalo, me compensa parar; pero en cuanto haya descansado y me haya cansado del regalo, ya te aseguro que volveremos a sacudirnos.

Por otra parte, estamos también en shock porque entendíamos que esto de la paz requiere un cambio de actitud, una transformación interior. La guerra es enfrentamiento, y a ella se llega en gran medida por el endurecimiento de los corazones, ya sea al principio o durante el proceso. No podemos entender —no se puede entender, no puede existir— la paz sin ceder, sin perdonar, sin renunciar, sin misericordia, sin gratuidad. Es decir, sin lo contrario de la compraventa.

Y en tercer lugar, no acaba de cuadrarnos eso de que la paz se imponga con la fuerza de las armas, con la chulería, con el desprecio, con la ironía. Y es que el señor Trump es un matón, un marrullero, un abusón. Está claro que tiene una de las economías más potentes y el ejército más poderoso, pero, ya que lo tienes, úsalo bien. Puede —y debe— sentir la responsabilidad de servir y ayudar; pero, oye, con un mínimo de elegancia, con discreción, sin alardear, sin armar escándalo. Por Dios, qué esperpento, menudas puestas en escena, menudo impresentable.

A mí no me vale que haga algunas o muchas cosas buenas: también importa el cómo hacerlo, aquello de ser ejemplo, modelo, transmitir y contagiar virtud… no sé, algo de eso. ¿Nobel de la Paz? Por favor… Nobel de Economía, en todo caso. O de Circo y Teatro. Pero no de la Paz.

Y ojalá me equivoque.


Enrique Aubá, 16 de octubre de 2025
Publicado en Diario de Navarra, carta de los lectores, 20 de noviembre de 2025





Anatomía de una caída

Sucedió en una fría noche de diciembre. La noche estaba avanzada y no me dormía —cosa del cambio de presión, o de algún duende, o quizá por ...