domingo, 7 de enero de 2024

"Fiducia supplicans": el abrazo de la Iglesia

"Cuanto más conscientes somos de estar revestidos de misericordia, más serenamente podemos vivir con nosotros mismos, con nuestros deseos y defectos, contradicciones y esperanzas. La misericordia nos infunde coraje para recordar y mirar al futuro: habilita el perdón, confiere fuerza para la compasión, nutre la esperanza. La misión cristiana es difundir la misericordia, sin que ningún rincón de la tierra, ningún destino anegado por las lágrimas quede sin tocar por ella." (Erik Varden, en "Castidad: La reconciliación de los sentidos", Ed. Encuentro, noviembre 2023)

Por si a alguien le sabía a poco el esperpento político actual, estas navidades parece que también está dando que hablar la Declaración "Fiducia supplicans", "sobre el sentido pastoral de las bendiciones". Con fecha 18 de diciembre de 2023, es un documento del Dicasterio para la Doctrina de la Fe (Iglesia Católica, para los despistados), posibilitando y explicando en qué consisten las bendiciones a parejas "en situaciones irregulares", también a parejas de personas del mismo sexo. El texto tiene todas las bendiciones del Papa y se entiende que es muy del Papa, aunque sea un documento elaborado por uno de los "departamentos" de la Iglesia. Bueno, ya basta de comillas.

Podemos tener el problema de que, en lugar de leer el documento, que es muy claro, nos hagamos una opinión solo por el eco y los comentarios. Son muchos los titulares que encontramos buscando en google (a saber qué pasará si le preguntamos a ChatGPT), y son innumerables los vídeos de YouTube, tanto de gente sensata como de exaltados, siendo la sensatez y la exageración categorías a priori de la sensibilidad de cada uno, dependen mucho de la visión del mundo de cada uno, particular o compartida. El problema es que hay mucho ruido que puede distraer del sentido e intención del documento.

Yo lo he leído y animo a leerlo. Es un texto precioso. Léelo para saber qué dice el Papa y qué no dice; qué quiere decir y qué no quiere decir. No solo está escrito sino que también está interpretado, en el mismo documento. Para los que no leen, me he permitido recortar frases, literales, reordenadas en tres áreas temáticas sin perder el sentido, todo en lo equivalente a una cara de folio. Todo el texto está en el documento, los epígrafes son míos: NECESIDAD, el mundo está necesitado y la Iglesia abraza a todos; CARIDAD, evitando el peligro de una pastoral estrecha; VERDAD, sin decir que algo es lo que no es.

PRESENTACIÓN - RESUMEN
- el valor de este documento es ofrecer una contribución específica e innovadora al significado pastoral de las bendiciones, que permite ampliar y enriquecer la comprensión clásica de las bendiciones estrechamente vinculada a una perspectiva litúrgica
- la presente Declaración se mantiene firme en la doctrina tradicional de la Iglesia sobre el matrimonio, no permitiendo ningún tipo de rito litúrgico o bendición similar a un rito litúrgico que pueda causar confusión
- es precisamente en este contexto en el que se puede entender la posibilidad de bendecir a las parejas en situaciones irregulares y a las parejas del mismo sexo, sin convalidar oficialmente su status ni alterar en modo alguno la enseñanza perenne de la Iglesia sobre el Matrimonio

NECESIDAD: EL MUNDO ESTÁ NECESITADO DE DIOS Y LA IGLESIA  ABRAZA A TODOS
- la gran bendición de Dios es Jesucristo, es el gran don de Dios, su Hijo. Es una bendición para toda la humanidad, es una bendición que nos ha salvado a todos. Él es la Palabra eterna con la que el Padre nos ha bendecido “siendo nosotros todavía pecadores”
- la Iglesia es el sacramento del amor infinito de Dios. Por eso, cuando la relación con Dios está enturbiada por el pecado, siempre se puede pedir una bendición, acudiendo a Él (...) En algunas situaciones, desear y recibir una bendición puede ser el bien posible.
- La gracia de Dios, de hecho, actúa en la vida de aquellos que no se consideran justos, sino que se reconocen humildemente pecadores como todos. Es capaz de dirigirlo todo según los designios misteriosos e imprevisibles de Dios. Por eso, con incansable sabiduría y maternidad, la Iglesia acoge a todos los que se acercan a Dios con corazón humilde, acompañándolos con aquellos auxilios espirituales que permiten a todos comprender y realizar plenamente la voluntad de Dios en su existencia.
- Quien pide una bendición se muestra necesitado de la presencia salvífica de Dios en su historia, y quien pide una bendición a la Iglesia reconoce a esta última como sacramento de la salvación que Dios ofrece. Buscar la bendición en la Iglesia es admitir que la vida eclesial brota de las entrañas de la misericordia de Dios y nos ayuda a seguir adelante, a vivir mejor, a responder a la voluntad del Señor. // Esta petición debe ser, en todos los sentidos, valorada, acompañada y recibida con gratitud.
- La petición de una bendición expresa y alimenta la apertura a la trascendencia, la piedad y la cercanía a Dios en mil circunstancias concretas de la vida, y esto no es poca cosa en el mundo en el que vivimos. Es una semilla del Espíritu Santo que hay que cuidar, no obstaculizar.

CARIDAD: ACOGER, EVITANDO EL PELIGRO DE UNA PASTORAL ESTRECHA
- el Papa Francisco nos instó a no «perder la caridad pastoral, que debe atravesar todas nuestras decisiones y actitudes» y a evitar ser «jueces que sólo niegan, rechazan, excluyen»
- La Iglesia, también, debe evitar el apoyar su praxis pastoral en la rigidez de algunos esquemas doctrinales o disciplinares, sobre todo cuando dan «lugar a un elitismo narcisista y autoritario, donde en lugar de evangelizar lo que se hace es analizar y clasificar a los demás, y en lugar de facilitar el acceso a la gracia se gastan las energías en controlar»
- En su misterio de amor, a través de Cristo, Dios comunica a su Iglesia el poder de bendecir. Concedida por Dios al ser humano y otorgada por estos al prójimo, la bendición se transforma en inclusión, solidaridad y pacificación. Es un mensaje positivo de consuelo, atención y aliento. La bendición expresa el abrazo misericordioso de Dios y la maternidad de la Iglesia que invita al fiel a tener los mismos sentimientos de Dios hacia sus propios hermanos y hermanas.
- existe el peligro de que un gesto pastoral, tan querido y difundido, se someta a demasiados requisitos morales previos que, bajo la pretensión de control, podrían eclipsar la fuerza incondicional del amor de Dios en la que se basa el gesto de la bendición.
- fuera de un marco litúrgico, uno se encuentra en un ámbito de mayor espontaneidad y libertad (...) Las bendiciones se convierten así en un recurso pastoral a valorar en lugar de un riesgo o un problema.
- en situaciones moralmente inaceptables desde un punto de vista objetivo, «la misma caridad pastoral nos exige no tratar sin más de “pecadores” a otras personas cuya culpabilidad o responsabilidad pueden estar atenuadas por diversos factores que influyen en la imputabilidad subjetiva».
- nosotros para Dios somos más importantes que todos los pecados que nosotros podamos hacer, porque Él es padre, es madre, es amor puro, Él nos ha bendecido para siempre. Y no dejará nunca de bendecirnos.
- el Papa Francisco ha recordado que «todo aquello que forma parte de un discernimiento práctico ante una situación particular no puede ser elevado a la categoría de una norma», porque esto «daría lugar a una casuística insoportable». Por esta razón, no se debe ni promover ni prever un ritual para las bendiciones de parejas en una situación irregular, pero no se debe tampoco impedir o prohibir la cercanía de la Iglesia a cada situación en la que se pida la ayuda de Dios a través de una simple bendición.
- Cuántas veces, de hecho, a través de una simple bendición del pastor, que en este gesto no pretende sancionar ni legitimar nada, las personas pueden experimentar la cercanía del Padre que desborda “los méritos y deseos”.

VERDAD: SIN DECIR QUE ALGO ES LO QUE NO ES
- hacer el esfuerzo de ampliar y enriquecer el sentido de las bendiciones. Las bendiciones pueden considerarse entre los sacramentales más difundidos y en continua evolución.
- En el horizonte aquí delineado se coloca la posibilidad de bendiciones de parejas en situaciones irregulares y de parejas del mismo sexo, cuya forma no debe encontrar ninguna fijación ritual por parte de las autoridades eclesiásticas, para no producir confusión con la bendición propia del sacramento del matrimonio (...)  es también la invocación de una bendición descendente del mismo Dios sobre aquellos que, reconociéndose desamparados y necesitados de su ayuda, no pretenden la legitimidad de su propio status, sino que ruegan que todo lo que hay de verdadero, bueno y humanamente válido en sus vidas y relaciones, sea investido, santificado y elevado por la presencia del Espíritu Santo.
- es esencial acoger la preocupación del Papa, para que estas bendiciones no ritualizadas no dejen de ser un simple gesto que proporciona un medio eficaz para hacer crecer la confianza en Dios en las personas que la piden, evitando que se conviertan en un acto litúrgico o semi-litúrgico, semejante a un sacramento. Esto constituiría un grave empobrecimiento
- Desde un punto de vista estrictamente litúrgico, la bendición requiere que aquello que se bendice sea conforme a la voluntad de Dios manifestada en las enseñanzas de la Iglesia.
- dado que la Iglesia siempre ha considerado moralmente lícitas sólo las relaciones sexuales que se viven dentro del matrimonio, no tiene potestad para conferir su bendición litúrgica cuando ésta, de alguna manera, puede ofrecer una forma de legitimidad moral a una unión que presume de ser un matrimonio o a una práctica sexual extramatrimonial.
- Se trata de evitar que «se reconozca como matrimonio algo que no lo es». Por lo tanto son inadmisibles ritos y oraciones que puedan crear confusión entre lo que es constitutivo del matrimonio, como «unión exclusiva, estable e indisoluble entre un varón y una mujer, naturalmente abierta a engendrar hijos», y lo que lo contradice. Esta convicción está fundada sobre la perenne doctrina católica del matrimonio. Solo en este contexto las relaciones sexuales encuentran su sentido natural, adecuado y plenamente humano. La doctrina de la Iglesia sobre este punto se mantiene firme.
- no se pretende legitimar nada, sino sólo abrir la propia vida a Dios, pedir su ayuda para vivir mejor e invocar también al Espíritu Santo para que se vivan con mayor fidelidad los valores del Evangelio.

Antes he dicho que no hace falta interpretar el documento porque ya está interpretado. Lo que hace falta es aplicarlo con prudencia, como siempre, con más motivo en temas en los que se requiere afinar, ahí está la gracia. Si alguien quiere malinterpretarlo o aplicarlo mal, es otro problema, pero el documento dice lo que dice. Algunos pensarán que es imprudente, porque es fácil que se malinterprete o se aplique mal. Ya estamos escaldados de malinterpretaciones y manipulaciones en todos los ámbitos, por eso está muy clarito el texto. El Papa no ha querido dejar de decir a pesar de los riesgos. Por eso, el documento es sin duda atrevido y valiente. No es incoherente aunque parezca contradecir otra declaración equivalente de 2021, está explicado, se profundiza en el sentido de las bendiciones, tipos de bendiciones, contextos, subrayando las verdades que no deben alterarse. Y es coherente con el pontificado pastoral del Papa Francisco, no cabe duda.

"Fiducia supplicans" es un documento pastoral, no moral ni doctrinal, creo que es correcto decirlo así. No modifica la doctrina ni la moral. La intención del documento es facilitar que todas las personas se sientan acogidas por la Iglesia, comprendidas, queridas, estimuladas para avanzar en el camino de la verdad. El Papa quiere subrayar que la Iglesia es madre y abraza, que Dios es padre y abraza, que Jesús nos abraza. Sí, vale, abrazar, pero también hay que decir la verdad, y lo que es verdad es verdad... Pues claro, no hay que decir mentiras, pero tampoco hay que estar golpeando a la gente con la verdad en la frente. El Papa subraya que hay que abrazar a todos y que este subrayado es compatible y complementario con el precioso patrimonio doctrinal y moral de la Iglesia.

El mundo está necesitado, la Iglesia tiene el reto de ayudar. Tenemos muchas opciones, velocidad, distracción, entretenimiento, diversidad. Nos creemos autosuficientes, pero sigue habiendo vacío, soledad, angustia, necesidad de sentido profundo. La Iglesia ayuda esperando y también saliendo al paso en el camino, es lo que propone el Papa. La Iglesia podría conformarse con estar, con esperar, con ser luz y referencia suficiente, calor del que se beneficie quien la busca o la encuentra. Pero la Iglesia madre sale al camino para facilitar el encuentro, es lo que propone el Papa. Y lo que no puede hacer la Iglesia es explicar la moral y la doctrina de manera que una amplia parte de la sociedad, de buena voluntad, se sienta excluida de la ayuda, o se le plantee una cuesta demasiado empinada. La acción pastoral no puede centrarse en recordar qué es pecado y qué no (es una caricatura, lo sé), por muy verdad que sea: menudo empobrecimiento y... menudo rollo. Se trata de mostrar que la verdad es preciosa y que el crecimiento es posible, este es el reto.

Acabamos de celebrar la Navidad: Dios se hace hombre para redimirnos, se acerca para abrazarnos. Es luz, para todos. «Gloria a Dios en el Cielo... y en la Tierra paz a los hombres de buena voluntad», cantan los ángeles en Belén anunciando el nacimiento de Jesús a los pastores. Este texto lo tengo grabado desde pequeño porque colgaba en lo alto del árbol de Navidad de mi abuela cada año, escrito por ambas caras en cuatro cartulinas unidas por un cordón. La traducción de este texto ha sido ampliamente discutida y otras versiones que también nos suenan son: "paz a los hombres que ama el Señor", "paz a los hombres en los que él se complace", "paz a los hombres que aman al Señor". No tengo claro cuál es la mejor traducción. Dios ama a todos y la Iglesia acoge a todas las personas de buena voluntad, que buscan con rectitud la plenitud, la verdad, la belleza, la paz.

El texto es claro. Si alguien malinterpreta, vuelva a aclararse. Si se aplica mal, corríjase. Rezo y deseo que sea para bien. Si finalmente el efecto de la declaración fuera desorden o falta de unidad, podremos decir que ha sido imprudente o inoportuna. Por ahora, es preciosa, alentadora y valiente. Esto es lo que pienso, y si no estás de acuerdo... quizá tengas razón. O no. Feliz 2024.



Enrique Aubá, 7 de enero de 2024

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